ashtanga yoga

Wednesday, January 25, 2006

Rio, 40°



Me he enterado por la prensa nacional online de los calores santiaguinos. Aquí la cosa no es menor, ya hace 18 días que no llueve y eso para estas latitudes es bastante. Las temperaturas andan todos los días por 39 y 40 grados. Muuuuuucho. Claro que se aguantan, pero pucha que se transpira y la cosa en la noche no varía casi nada.
Cuando camino a las 6:30 de la mañana, rumbo a clases, los relojes de la calle ya marcan 32°!
Para que les cuento lo que son las clases de yoga...onda bikram.
Obviamnete la práctica es maravillosa, con la humedad las articulaciones se abren más y yo que casi no transpiro en Santiago, aquí sudo la gota gorda.
Los chapuzones en el mar son bienvenidos sobre todo en la tarde, después que el sol deja de estar taaaan fuerte. El mar curiosamente no está tibio y los brasileros lo encuentran helado. Para nosotros, una delicia.
Ver la puesta de sol en Ipanema es total. A diario es aplaudida como si nunca en la vida hubieran visto algo así o como si el Sol fuera brasilero.
Estoy con Claudio González que figura alucinado en su primera visita a Rio. Nos hemos dedicado a pasear y a recorrer estas calles; Rio y todos sus barrios. A andar en micro, bañarnos en el mar, probar frutas nuevas como la acerola. Que es como una cereza, con sabor entre durazno y membrillo, de todo nuestro gusto. A comer açaí, esa maravillosa semilla amazónica que tiene mucha energía y antioxidantes entre otras cosas. A capear el calor en el cine, con chaleco puesto por el aire acondicionado. A tomar rico café, vitrinear, porque de comprar poco, ya que está muy caro todo. En fin... a estar despiertos, atentos, felices y agradecidos de estos días juntos. Entre yoga, desayunos y paseos.
Rio de Janeiro nos acogió y ya le estamos sacando el jugo a esta, nuestra última semana por aquí.

Monday, January 23, 2006

Desde Rio de Janeiro


Desde que volví de India que no posteo en mi blog.
Ya hace más de dos semanas que estoy en Rio de Janeiro dando clases. El año pasado también me tocó esta suerte. Dar clases mirando el Corcovado. Si, así mismo!
Por aquí, manejándome estupendamente con el idioma y sintiéndome casi una carioca. Tengo una gran amiga aquí que me muestra lo último en música y shows, ya que está ligadísima a ese mundo.
Tengo otros amigos del año pasado, del mundo yogui, que también hacen que mis días por aquí transcurran como en casa. Matthew, a quien estoy reemplazando, me deja instalada por un mes en su departamento, con auto y todo. Ya lo usé y ha sido increíble moverme así de cómoda por las calles donde nació el bossa nova.
Trabajo menos que en Chile y eso me da tiempo para hacer algunas tardes de playa en Ipanema. Riiiiico.

saludos a todos y nos vemos pronto!